El vapeo puede definirse como el acto de inhalar vapor de agua a través de un vaporizador personal.
Vapear es una alternativa al fumar, pero es importante recordar que no tiene nada que ver con el cigarrillo.
Entrega una experiencia similar, pero sin los efectos adversos de este: no hay mal olor ni mal aliento, quemaduras accidentales, ceniceros sucios, además de menos
probabilidades de contraer cáncer y otras enfermedades relacionadas con el consumo de cigarrillos.
Más allá de ser una alternativa al fumar, el vapeo es para muchos también un estilo de vida. Muchos disfrutan del vapeo como un hobby al explorar las infinitas
opciones que permite, por ejemplo, el mezclar y crear nuevos sabores de e-liquids, así como también crear arte con el vapor que emana de ellos a través de
diferentes técnicas de exhalación.
Con esto, queda claro que más que una moda, el vapeo es un hobby y una alternativa saludable para fumadores que sin duda continuará ganando adeptos en los
años a venir.
Los cigarrillos electrónicos llevan ese nombre porque fueron creados para imitar la apariencia de un cigarrillo tradicional. Estos están conformados por una configuración simple con piezas mínimas: usan una batería recargable o desechable, combinada con cartuchos de líquido desechables, lo que significa que no hay que llenar un tanque.
Cuando se activa presionando el botón de encendido en el dispositivo, o en algunos casos simplemente al inhalar, la batería calienta un elemento en el dispositivo llamado cartomizador. Este es un componente pequeño que contiene una bobina de calentamiento envuelta en polyfill. La envoltura absorbe el e-liquid, que luego se calienta hasta que se convierte en vapor para la inhalación. Todo esto tiene lugar en unos pocos segundos.
Los llamados vaporizadores o dispositivos vapeadores utilizan un módulo recargable combinado con e-liquid intercambiable. A los vapeadores les gusta la amplia gama de opciones y la variedad de dispositivos y líquidos que este formato ofrece. En general, un poco más grande que un cigarro electrónico, los vaporizadores también tienden a ofrecer una mayor duración de la batería.
A pesar de no ser lo mismo, un vaporizador funciona de una manera muy similar que un cigarro electrónico. Una batería recargable calienta un pequeño elemento que a su vez vaporiza el e-liquid en el dispositivo. Sin embargo, a diferencia de los e-cigs, la mayoría de los vaporizadores usan un tanque para mantener el e-líquido en lugar de un cartucho. A medida que el tanque se agota, o si deseas cambiar los sabores, simplemente agregas e-liquid adicional de tu sabor y fuerza de nicotina preferida al tanque a través de un cartucho o estanque de líquido.
Si el aspecto tradicional de un cigarrillo no te es importante y gustas un dispositivo un poco más grande, un vaporizador será la opción correcta para ti.
Según lo concluido por varios estudios científicos desarrollados a la fecha, vapear es sin lugar a dudas más seguro que fumar cigarrillos convencionales. No se conocen efectos adversos severos sobre el corazón y las arterias. A diferencia de fumar, vapear es inoloro a menos que su E-liquid tenga sabor. La posibilidad de alternar entre intensidades y sabores da al usuario una forma de consumir nicotina sin tantos problemas de salud.
Si eres un fumador intensivo que ha desarrollado un hábito difícil de dejar, es posible que ya conozcas las consecuencias del
consumo de cigarrillos a largo plazo. Si no los conoces, aquí te dejamos algunos de los más importantes en áreas clave de tu
organismo:
Tus pulmones pueden verse muy afectados por fumar a diario. Tos, resfriados y asma son usualmente solo el comienzo. El
consumo diario de cigarrillos puede causar enfermedades fatales como neumonía, enfisema y cáncer de pulmón. Fumar
causa el 84% de las muertes por cáncer de pulmón y el 83% de las muertes por enfermedad pulmonar obstructiva
crónica (EPOC).
La EPOC, una enfermedad progresiva y debilitante, es el nombre de una colección de enfermedades pulmonares que
incluyen bronquitis crónica y enfisema. Las personas con EPOC tienen dificultades para respirar, principalmente debido al
estrechamiento de sus vías respiratorias y la destrucción del tejido pulmonar. Los síntomas típicos de la EPOC incluyen:
aumento de la disnea cuando se está activo, tos persistente con flema y frecuentes infecciones en el pecho.
Fumar cigarrillos convencionales día a día reduce la cantidad de oxígeno que llega a la piel. Esto significa que si fumas, tu
piel envejece más rápidamente y se ve gris y opaca. Las toxinas en su cuerpo también causan celulitis.
Fumar envejece prematuramente su piel entre 10 y 20 años, y aumenta la probabilidad de que tengas arrugas faciales,
especialmente alrededor de los ojos y la boca. Fumar incluso te da una tez pálida, amarillo grisáceo y mejillas huecas, lo
que puede hacer que te sientas demacrado.
La buena noticia es que una vez que dejes de fumar, evitarás un mayor deterioro de la piel causado por fumar, lo que
puedes hacer al cambiarte al vapeo.
A pesar de los beneficios que trajo, por ser una época en la que la cultura vapeadora y los beneficios de estos dispositivos eran aún desconocidos para un país acostumbrado al cigarro, los legisladores de aquella época no consideraron el crecimiento a futuro de estas alternativas.
Poco tiempo después de la llegada de la ley de tabaco en 2013, la fundación Chile libre de Tabaco lideró una investigación sobre sus primeros efectos en la población a través de una encuesta, que midió la percepción ciudadana de las leyes que buscan desincentivar el consumo de cigarrillos.
Más en detalle, y como se menciona en el N° 19.419 (modificada a partir del 1 de marzo de 2013), productos fiscalizados son "los Cigarrillos, Puros, Habanos, Tiparillos, Tabaco masticable ya sea en hoja, pellet o "plug". También los snuff (o "Dip"o "Rub") como se le conoce a las pastillas sublinguales de nicotina; "Shags" o tabaco producido para "enrolar" de forma particular, y también nuevas formas de presentación como las pastas de tabaco o el agua de tabaco".
El sondeo arrojó que un 83.1% considera que "es agradable estar en lugares sin humo de tabaco", siendo esta prevalencia significativamente mayor en el grupo que no fuma cigarrillos, entre quienes alcanza el 90%.